¡Organízate y lucha!
18 de septiembre de 2025
Redactado por Jorge Montalvo Valbuena
España, un país del conocido Big-Five —los cinco países que más dinero aportan para la celebración del festival de música— ha tomado una decisión contundente: si la Unión Europea de Radiodifusión no expulsa al Estado sionista de Israel del festival, España no solo no participará, sino que RTVE tampoco lo emitirá.
Desde el reconocimiento del Estado de Palestina por parte de España el 28 de mayo de 2024, el país ha aplicado algunas medidas para instar a Israel a detener el genocidio que están sufriendo los gazatíes. La más reciente: no asistir a Viena 2026 en protesta de la presencia israelí.
Aunque no es el primer país que amenaza con algo así —Irlanda, Eslovenia, Islandia y Países Bajos han manifestado el mismo deseo—, una economía tan relevante como España sienta un precedente significativo. Como se ha mencionado anteriormente, el Estado español aporta una buena cantidad de dinero para que sea posible la celebración del evento, y lleva siendo así desde su ingreso en 1961 hasta hoy. Muy posiblemente la decisión española incite a otros países a secundar esta moción.
Aunque Eurovisión se jacta de ser un evento apolítico, la realidad es muy distinta. Muchos gobiernos influyen en las canciones que los artistas interpretan, e Israel es uno de ellos. En ellas se incluyen mensajes en los que intentan justificar el genocidio perpetrado por Netanyahu y sus colaboradores. Eurovisión no dice nada al respecto, pero cuando otros artistas han intentado mostrar su apoyo al pueblo palestino, han sido amonestados por introducir propaganda política.
Al igual que el interés de muchos gobiernos de prolongar la crisis humanitaria se debe a un beneficio económico, el festival no se libra de la red del capitalismo: la principal patrocinadora del festival es una empresa privada israelí. Esto a su vez explica la expulsión de Rusia del festival, pues pueden prescindir de la financiación rusa, pero no de la israelí, mucho más cuantiosa.
Israel se lucra del festival, blanqueando su imagen y su dinero. España ha obrado con razón, pero esto no es un hecho del que presumir, sino un paso más que debemos dar en defensa del pueblo palestino. Pedimos que el país no se detenga en esto y vaya más allá. Que aplique toda la presión diplomática que pueda para detener este genocidio que se ha cobrado la vida de más de 70.000 personas.