¡Organízate y lucha!
21 de septiembre de 2025
Redactado por Darío García González
Allá por el año 1814, en Valencia entraba un hombrecillo un tanto ignorante, despótico y traicionero que ha pasado a la historia como Fernando VII. Este personaje y, sobre todo, rey de España, ya le había dado un golpe de estado a su padre en el motín de Aranjuez en 1808 y volvió en 1814 tras la Guerra de Independencia.
En esos pocos años que España gozó del exilio del monarca (1808-1814) y de la presencia de las Cortes de Cádiz, se instauró un marco constitucional, la bien conocida Constitución de 1812. De todas formas, Fernando VII, haciendo honor a su talante, decidió derogar la constitución y reprimir a los liberales de Cádiz tan pronto como pudo. Esto, sorprendentemente fue bien recibido por la población, que no sólo no defendió los derechos y libertades que se les había otorgado, sino que los despreció al grito de: “¡Muerte a la libertad, vivan las cadenas!”.
Y ahora, nuestros lectores se estarán preguntando: ¿Esto qué tiene que ver con Trump? Pues mucho más de lo que creen. Biden no habrá sido el más progresista de los presidentes, como tampoco fue La Pepa todo lo progresista que nos habría gustado, pese a lo avanzada que fue. Pero Biden sí supuso una mejoría respecto al mandato anterior, como también lo hizo La Pepa. El pueblo estadounidense, parece que no contento con la tragedia del primer mandato de Trump, ha decidido que se repita como lo hizo España con la vuelta de Fernando VII.
Este segundo mandato que nos espera no sabemos si será en forma de farsa como diría Marx en El 18 de brumario de Luis Bonaparte o en forma de tragedia aún mayor. Lo que sí es seguro es que habrá un problema muy grave en el mundo entero. En vez de “¡Muerte a la libertad!”, ahora parece que claman: “¡Muerte al planeta!”, con todas las propuestas negacionistas acerca del clima de su nuevo gabinete. Y en vez de “¡Vivan las cadenas!”, tenemos el ya conocido “Make America great again!”, lo que se traduce en una agenda imperialista y colonial que pretende socavar la soberanía de Panamá, Groenlandia e incluso intentar anexionarse Canadá. No contentos con esto, los republicanos también pretenden implementar medidas arancelarias contra productos extranjeros (siendo ellos neoliberales) mientras que empresarios pueblan las carteras de su gobierno haciendo evidente los problemas de nepotismo y corrupción que puede generar esta situación. Y para finalizar, tenemos recortes en derechos sociales y materia feminista como la prohibición del aborto o directamente el perdón presidencial a todos aquellos que en 2021 dieron un intento de golpe de Estado asaltando el Capitolio.
Si todo esto nos parece bien, quizá seamos los mismos que gritaron contra la libertad y jalearon a favor del absolutismo en 1814. Pero si no estamos conformes, si sabemos que no se debe repetir en Europa lo que ahora ocurre en América, tenemos que movilizarnos, tenemos que mostrar nuestro rechazo al neoliberalismo y al ultra conservadurismo, tenemos que defender los valores democráticos y verdaderamente republicanos de los que nace la izquierda. No podemos permitir que otro Donald Trump llegue a España ni Europa, no podemos permitir que la historia se repita como farsa.